miércoles, 19 de marzo de 2008

Egresados y desempleo

A mis queridos colegas y hermanos del mismo dolor: los egresados
¡Brindemos por que hemos salido de la facultad!, oficialmente somos egresados y digo oficialmente porque si un maestro te dejó llegar hasta el final de la carrera aunque no seas u cerebro andante como ellos quieren, no creo que no tenga piedad de ti, de ponerte una calificación en el final o en el extraordinario que pueda darte el pase de salida. De igual manera, ya somos oficialmente —en términos coloquiales— parte de las estadísticas de desempleo. Egresados sin trabajo, egresados en búsqueda de oportunidades de empleo ah doc a nuestra carrera.
Sólo saber cuantos egresados salen cada año de las diferentes escuelas es verdaderamente apabuyante. Sumemos cifras. Los profesores calculan que seremos 160 los egresados solamente en nuestra facultad. Multipliquemos cuántas facultades hay en la universidad de Campeche y agreguemos la suma a las demás universidades del país, sean privadas o públicas. Mi cerebro no quiere calcular porque me dolerá el alma.
Es una realidad que el gobierno no quiere ver. Talvez la ve, pero no le interesa. Es mejor destinar fondos y ofrecer oportunidades a regiones que sí ofrecen al país oportunidades de inversión, como en el Norte.
No tengo nada en contra de mis conciudadanos norteños, al contrario, los admiro, pero creo que las divisiones Norte, Sur, Centro, etcétera contribuyen a hacer un sesgo. Entiendo que el Sur casi no ofrece (nada más que el petróleo, pero según no es suficiente), más bien no aporta al país y por ello, no conviene invertir. En Campeche únicamente las maquiladoras ofrecen un salvavidas a la población estatal. Aún así siguen siendo pocas las oportunidades. Las oportunidades que se dan a los profesionistas jóvenes (me refiero a los egresados) se ven truncadas con los requisitos que solicitan: experiencia mínima de 2 años y nivel de maestría). Creo que mi realismo excesivo me ha llevado al pesimismo, pero he visto la realidad desde hace muchos años, desde muy pequeña y mis sospechas se confirmaron cuando egresé como Técnica en Administración de Empresas, con título y cédula profesional, las oportunidades nunca llegaron por más que buscaba.
El desencanto es a veces bueno, a veces es malo. Lo siento porque aquellos que aún creen que existen los cuentos de hadas. Desencanto y realidad. La vita nostra. Bienvenidos a las estadísticas NO OFICIALES de los informes de gobierno.

1 comentario:

borregosonador dijo...

pues dejame decire que cuando hiciste ese ensayo eramos del mismo dolor, pero hoy dia solo sufro de la falta de empleo, ya he hablado mucho con otra personas de esa situacion, y sabes coincidimos en que las cosas no son como debieran, como en tantas cosas de este mundo. asi que el día que encuentre trabajo de psico lo publicare jejejejeje besostes Rona