jueves, 25 de marzo de 2010

Colorín Colorado

Recuerdo que hace unos 4 años casi, la gente decía que el mundo se se iba a acabar el martes 6 de junio de 2006. Los rumores siguen vigentes después de ver la película 2012 y de ver catástrofes naturales como la de Haití y Chile. Cada desastre natural hace que miles de fanáticos religiosos piensen que “eso suceda debido a la desobediencia de las leyes del Señor”. Llevan años diciendo que el mundo se acaba, que se va a acabar, pero no pasa nada. No al menos a ese grado “teológico”.
Los que se creen profetas o los fanáticos de la religión se inventan una fecha —echando números y superstición del pueblo— y lanza su “bula” cundiéndole pánico a la gente tan loca como aquel que la profetizó.
Está muy claro que el mundo no se acabará por arte de magia, ni por castigo divino, porque según algunos fanáticos de la religión quieren hacernos cree que como Dios ya se cansó de que hayan hecho una Sodoma y Gomorra de este mundo, pero NO.
Será un Sodoma y Gomorra o será Neverland, pero el mundo se va acabar por los descuidos de nosotros por gente inconciente que tira basura en la calle cuando va caminando o lo que me produce más coraje, es cuando va un niño gritando en el camión, comiendo su galletita y tomando su refresquito y la mamá le dice: ¡Ya terminaste!, pues tíralo y el niño, obediente, saca la manita y lo avienta a la calle.
Descuidos como la contaminación ambiental, el calentamiento global, la explotación de recursos de manera excesiva a la naturaleza y un sinfín de causas-efectos físico-químicos que algunos comente ignorantemente o lo que es peor, con conocimiento de que tal causa puede producir un daño al ecosistema. A ello hay que añadirle la extinción de animales como suele hacer algunas personas como es la cacería de focas o de venado o de tortuga.
Sin embargo, el mundo aún no se acaba, se acaba uno, se acaba el otro, pero el mundo sigue haciendo sus movimientos de rotación y traslación.
Nosotros somos los que nos acabaremos, pero antes de eso estamos acabando el mundo con las imprudencias, con la propagación de enfermedades de transmisión sexual como el SIDA y el VPH y los descuidos con conocimiento.

No hay comentarios: